Valía 13 millones pero una fiesta casi lo deja sin carrera, Vergara lo rescató para Chivas

La vida privada de los futbolistas debería de ser eso, privada, pero no se puede negar el hecho de que son figuras públicas que son admiradas y muy seguidas por las nuevas generaciones. Adolescentes y niños los ven como ejemplos a seguir en su vida porque al igual que ellos, están haciendo lo que más les gusta.

Patear una pelota es una de las cosas más bonitas de este mundo y dedicarte a ello, mucho, mucho más. No por nada los jugadores son vistos como esos artistas del balón, como rockstars en los que todos quisieramos ser, su aportación a la sociedad no va más allá del entretenimiento pero si influyen mucho en el sentimiento.

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Para las Chivas los jugadores son figuras públicas que deben cuidar lo que hacen o por lo menos ser conscientes del entorno donde se encuentran. A la mala jugadores como Chicote Calderón, Jesús Angulo, Alexis Vega y compañía han aprendido que importa mucho lo que hagan y que resultados tiene el equipo.

No es extraño que ahora el entorno del fútbol este muy atento debido a la fiesta que organizó el Cata Domínguez donde desafortunadamente el jugador se vio envuelto en una serie de eventos desafortunados que detonó en un escándalo nacional  y que es un claro ejemplo de que los jugadores tienen que tener más consciencia de lo que hacen.

¿Qué otro jugador iba a arruinar su carrera por una fiesta?

En el caso de Víctor Guzmán una fiesta fue lo que le provocó una sanción de varios meses y que tumbó por primera vez su pase al Guadalajara, teniendo que quedarse en Pachuca y posiblemente arruinando una parte importante de su carrera o afectando su percepción ante algún equipo europeo que estuviera interesado.