Por Javier Vaca
El fútbol mexicano y la afición de Chivas se visten de luto tras el sensible fallecimiento de Cristóbal Ortega, figura clave en aquella final que marcó una época, la de 1983-1984 contra el América. Si bien para la afición rojiblanca Ortega representó un obstáculo en la búsqueda de un título que se anhelaba con fervor, hoy, ante la noticia de su partida, el sentimiento es de respeto y condolencias.
Aquella final, sin duda, es un capítulo imborrable en la historia de Chivas, y la figura de Ortega, aunque desde la trinchera rival, forma parte de esa narrativa. El Club América confirmó la noticia de su fallecimiento, generando una ola de reacciones en el mundo del fútbol. Hoy recordamos aquel encuentro, no con rencor, sino como parte de la historia que une a dos grandes del fútbol mexicano.
La temporada 1983-1984 quedó grabada en la memoria de los aficionados de Chivas como una oportunidad perdida. El equipo llegó a la final con la ilusión de conquistar un nuevo título de liga y reafirmar su hegemonía en el fútbol mexicano. Sin embargo, el destino los cruzó con el América, en una final que se convirtió en un clásico instantáneo.
En aquella final, la figura de Cristóbal Ortega emergió como un jugador determinante para el América. Su desempeño en el campo contribuyó a que las Águilas se alzaran con el triunfo, dejando a Chivas sin la ansiada copa. Para la afición rojiblanca, Ortega se convirtió en un símbolo de esa derrota, aunque siempre dentro del marco de la rivalidad deportiva.
Chivas venía de una época dorada en la década de los 70 e inicios de los 80, consolidándose como uno de los equipos más importantes del país. La final contra el América representaba la oportunidad de coronar ese dominio con un título más, pero el destino tenía otros planes.
La derrota en la final de 1983-1984 caló hondo en la afición de Chivas. No solo se trataba de perder un título, sino de hacerlo ante el acérrimo rival. Aquella final se convirtió en un recordatorio constante de la rivalidad entre ambos equipos y marcó un antes y un después en la historia de Chivas.
Hoy, ante la noticia del fallecimiento de Cristóbal Ortega, la rivalidad queda a un lado. Desde la afición de Chivas, se extienden las condolencias a sus familiares y al Club América. El fútbol mexicano pierde a una figura importante, y más allá de los colores, prevalece el respeto por la persona y su trayectoria.
Independientemente de la rivalidad entre Chivas y América, Cristóbal Ortega dejó un legado importante en el fútbol mexicano. Su talento y su desempeño en el campo lo convirtieron en un jugador reconocido y respetado. Su nombre forma parte de la historia de nuestro fútbol, y su partida es una pérdida para toda la comunidad futbolística.
Este es un momento para recordar con respeto la trayectoria de Cristóbal Ortega y enviar nuestras condolencias a sus seres queridos. Desde Chivas, reconocemos su papel en la historia del fútbol mexicano, incluyendo aquel capítulo que nos tocó vivir como rivales. Hoy, más allá de los colores, nos unimos al luto que embarga al mundo del fútbol.
La partida de Cristóbal Ortega nos invita a reflexionar sobre la rivalidad en el fútbol y la importancia del respeto. Aquella final de 1983-1984 siempre será recordada por la afición de Chivas, y la figura de Ortega, aunque desde la trinchera contraria, forma parte de esa historia. Hoy, despedimos a un rival en el campo, pero reconocemos al ser humano y su legado en el fútbol mexicano. Descanse en paz, Cristóbal Ortega.
03/01/2025
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