Lo que los wilos solo pueden soñar, la noche que Chivas demostró que es un gigante del continente

Mientras algunos equipos en México ni siquiera pueden ganarle a los equipos de la MLS, el Rebaño demostró cada vez que jugó Copa Libertadores que, no solo es el más grande de México, también es un grande a nivel internacional.

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El 2 de junio del 2005 el Rebaño tuvo una de sus más gloriosas en su historia reciente, pues aquel día los dirigidos por Benjamín Galindo le dieron el baile de su vida a Boca Juniors, en una de las noches más tristes que puedan recordar los aficionados xeneizes.

Chivas derrotó 4-0 a Boca Juniors en la cancha del Estadio Jalisco, en partido de los cuartos de final de la Libertadores de aquél año, dónde los rojiblancos dejaron fuera a los argentinos al ritmo del  "Ay, ay, ay, ay ay, Boca no llores" que, retumbó en un abarrotado coloso de la Calzada Independencia.

Los goles de Chivas fueron anotados por Johnny García, Omar Bravo, un golazo de larga distancia por parte del "Pato" Alfaro y Adolfo Bautista cerró la fiesta con otro golazo monumental que dejó tendido a Roberto Abondanzieri, guardameta de Boca.

Ningún equipo mexicano puedo presumir algo así 

Aquél resultado le dio la vuelta al mundo, poniendo en lo más alto en nombre del Rebaño que siempre que disputó la Copa Libertadores dejó bien representado a México, jugando semifinales en varias oportunidades y aquella final en Brasil frente al Inter de Porto Alegre, siendo el equipo mexicano que más cerca ha estado de ganarla, junto con Cruz Azul.

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