Por Daniel Sanchez
Desde el día de ayer la afición del Guadalajara en la capital se organizó para manifestarse y exigir a la directiva y jugadores que se comprometan y le cambien la cara al equipo en lo que deda del torneo.
Desafortunadamente las cosas se salieron de control un pequeño grupo de aficionados comenzaron a agredir a algunos de los jugadores que salieron a dar la cara como Antonio Briseño.
Se brincaron las vallas de seguridad y comenzaron a empujarse con personal del equipo y del hotel, terminando por romper los cristales de las puertas del hotel donde se concentraba el equipo.
Se entiende la frustración por parte de la afición, el Guadalajara es el equipo más grande y popular de México y no merece la situación que está viviendo, pero lejos de ayudar, actitudes cómo las de la noche del viernes solamente aumentan la crisis dentro y fuera de la cancha.
En redes sociales, la mayor parte de la afición continuó mostrando su indignación, pero reprobaron enérgicamente que las manifestaciones se salieran de control, pues la violencia es un límite del cual no se tendría que pasar.
02/01/2025
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