Por Daniel Sanchez
Desde que llegó a Chivas la nueva gestión, la del español Fernando Hierro y del serbio Veljko Paunovic, se habló de poner énfasis en el tema de la cantera, en generar más futbolistas y dejar de ser los patrocinadores del resto de los equipos en la Liga MX, por lo que, el trabajo con la cantera era fundamental, algo que se ha comprobado con los recientes debuts, el de Yael Padilla y el de Juan Brígido, que se han convertido en las perlas del primer equipo.
El trabajo de Hierro se notó de inmediato, con la salida de algunos futbolistas que ya tenían años en el club y que no estaban aportando nada, por lo que les entregó carta de libertad a jugadores como Miguel Ponce y Jesús Molina, lo que fue aplaudido por muchos, pues ya era momento de darle la oportunidad a las nuevas caras y de sacar a esos dinosaurios que tenían grandes contratos y su relevancia en Chivas era muy poca.
Sin embargo, no todo ha sido bueno, pues Paunovic y Fer se equivocaron con un canterano, un problema que le podría salir caro al chiverío, pues hicieron una apuesta arriesgada y podría no salir nada bien para el conjunto de Veljko Paunovic, decisiones que pueden costar a futuro y que sería repetir un error que se cometió en el pasado.
Uno de los temas que más le han criticado al serbio, fue la salida de dos jugadores de Chivas que la afición creía podían aportar, que merecían oportunidades, Sebastián Pérez Bouquet y Diego Campillo, dos jugadores que se fueron cedidos a los Bravos de Juárez, el primero no tiene problema, pues no tiene una cláusula de compra, pero si los fronterizos quieren hacer válida la compra de Campillo, podrían hacerlo a fin de año, Veljko decidió quedarse con Raúl Martínez y sacar a Diego, ahora uno podría quedarse con los Bravos y el otro está separado de Chivas.
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