Por Daniel Sanchez
Los problemas de Chivas a la ofensiva son evidentes, el equipo no encuentra a su referente de área, no tiene a un goleador que marque diferencia y pueda ser determinante en momentos de premio, como sucediera en la final pasada, la prueba de los grave ques es este tema, es que su último gran goleador fue Alan Pulido, que ya no está en el redil desde el 2019, a partir de ahí, Chivas ha batallado para encontrar a ese jugador que cumpla con la cuota de gol.
La carencia de gol y de generación de fútbol ofensivo no es un tema nuevo en Verde Valle, los jugadores en el puesto de goleador siguen entrando y saliendo y no se ve uno que pueda marcar diferencia, lo que sin duda ya es preocupante, pues en la presente temporada, el mejor en ese rubro es Ricardo Marín, que apenas logró sumar su segunda anotación en 11 jornadas diputadas, es un número muy pobre para lo que requiere un equipo como Chivas.
SI bien Marín tuvo una noche de fiesta y ya quedó en los libros de historia del club al marcar el gol 4000 en la historia de Chivas y para muchos se merecía anotar por la entrega qué pone cada partido, por como pelea los balones, la realidad es que Marín no va a ser nunca ese delantero top qué el Rebaño necesita para aspirar a grandes cosas.
Además de que en la cantera hay jugadores interesantes como Teun Wilke o Luis Puente, además de que Chivas ya cuenta con Ríos, Marín y Cisneros y de que están muy cerca de recuperar a JJ Macías, el chiverío podría sumar a dos hombres más de ataque, pues todo parce indicar que Santiago Ormeño y Ángel Zaldívar volverán de su préstamo, uno estaba en Bravos y el otro en el San Luis, por lo que serían dos piezas más que estarían al servicio de Paunovic.
22/11/2024
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