Chivas lo compró como crack y le temblaron las piernas, ahora vende tacos

Contrataciones decepcionantes han habido muchísimas en los últimos años en el Guadalajara, algunos de ellos fallando en los momentos más importantes como le sucedió a Daniel Ríos en la gran final pasada entre Chivas y Tigres donde no fue capaz de demostrar su etiqueta de refuerzo y poco puso hacer para ayudar a que el Rebaño pudiera coronarse como campeón.

Sin embargo, las expectativas con la que llegó Daniel Ríos están muy lejos de lo que en su momento provocó un jugador como Luis García Postigo a finales de la década de los 90 pues llegó a Chivas con la intención de convertirse en un ídolo del equipo pues más allá de su veteranía había despertado una gran ilusión entre los aficionados del equipo, situación que llegó al siguiente nivel cuando en sus primeras temporadas equipo llegó hasta la gran final.

El tema es que Luis García siempre será recordado en Chivas por lo sucedido en la gran final del torneo Invierno de 1998 y es que el hoy analista de Azteca Deportes dejó escapar el título para los rojiblancos tras negarse a patear un penal que pudo haberle dado la ventaja al Guadalajara apenas a los 25 minutos del partido, pero el delantero no se atrevió a realizar el cobro y Alberto Coyote terminó volando en balón.

Tras aquel penal fallado la moral del equipo se vino abajo y el Necaxa de terminó quedando con la copa por marcados final de 0-2 cayendo en la mismísima cancha del estadio Jalisco y años más tarde el propio Luis García confesó que estaba tan nervioso que le temblaban las piernas y no se atrevió a tirar el penal y hoy es más recordado por su decisión que por los goles que anotó en Chivas.

Luis García vende tacos de camarón

Actualmente Luis García es uno de los analistas deportivos más recibidos del país por su trabajo en Azteca Deportes al lado del siempre polémico Christian Martinoli, pero también es dueño de su restaurante especializado en mariscos y tacos de pescado, de camarones y todo tipo de antojo de mar y lo tiene ubicado en la CDMX al que bautizó como La Corriente Cevichería Nais.