Por Mateo Garzón
El antiguo Comité Técnico Español que tenía Chivas fue el culpable de que Orbelín Pineda no se uniera al club. El atacante tenía casi todo listo para unirse, pero estas personas negociaron tan mal el traspaso que todo se fue abajo. Según revelaron en el programa, Juéguele, el AEK después de esto se molestó con el Rebaño Sagrado y no facilitó su salida.
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Después del frustrante intento fallido de repatriar a Orbelín Pineda, marcado por una gestión deficiente que generó la molestia del AEK Atenas, una nueva ventana de oportunidad se abre para el Club Deportivo Guadalajara. El interés por el talentoso mediocampista ofensivo se ha reavivado, impulsado quizás por un cambio en la estructura directiva y una gestión deportiva que ha aprendido de los errores del pasado.
Este ambiente interno potencialmente renovado, sumado a una comunicación más efectiva y profesional con el club griego, podría ser la clave para destrabar la negociación y lograr que, en esta segunda ocasión, el tan esperado regreso de Orbelín Pineda al redil rojiblanco se concrete, aportando la calidad, el liderazgo y la conexión con la afición que tanto necesita el equipo para aspirar a nuevos horizontes.
La extensión del contrato que vincula a Orbelín Pineda con el AEK Atenas hasta el año 2027 elimina cualquier posibilidad de que el Club Deportivo Guadalajara pueda concretar su repatriación sin realizar una inversión económica significativa.
La directiva rojiblanca deberá asumir que la negociación con el club griego implicará un desembolso considerable para adquirir los derechos federativos del jugador, ya que el AEK no estará dispuesto a desprenderse de un futbolista con un contrato vigente a largo plazo sin recibir una compensación justa.
Este factor contractual ineludible obliga a Chivas a planificar cuidadosamente sus finanzas y a determinar si la inversión por Orbelín Pineda se alinea con su estrategia económica y deportiva a largo plazo.
En la actual coyuntura deportiva, donde el Club Deportivo Guadalajara enfrenta una cantidad de desafíos y resultados que han generado preocupación y frustración en su afición, la potencial incorporación de Orbelín Pineda se vislumbra como una luz al final del túnel. Su calidad individual, su capacidad para generar juego ofensivo, su liderazgo dentro y fuera del campo, y su identificación con los colores rojiblancos podrían representar mucho más que un simple refuerzo; su llegada podría inyectar una dosis vital de talento y moral a un equipo necesitado de un revulsivo que le permita superar el mal momento y recuperar la confianza para afrontar los retos venideros con una nueva perspectiva.
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