Por Gonzalo Gonzales
En ocasiones la vida te lleva por caminos que no creías pasar, por situaciones difíciles y momentos en los que debes tomar decisiones. La carrera de un futbolista suele ser muy corta; en algunos casos, manteniendo una vida sana y profesional se puede alargar unos años más y en ocasiones una lesión te la puede terminar de manera prematura.
La historia de hoy trata de un ex jugador del Guadalajara que tuvo momentos importantes con la playera rojiblanca; recorría el centro del campo del Estadio Jalisco con una soltura y desfachatez que solo los llamados cracks son capaces de lograr hacer, tuvo torneos destacados y se ganó la titularidad en una de las mejores épocas del club.
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La carrera futbolística de Sergio Ávila iba en ascenso, su debut se dio en 2005, sin embargo, sus mejores momentos los vivió entre 2007 y 2008 siendo un recurrente en el once del Rebaño. Con la escuadra tapatía jugó hasta el año 2010, un año antes sufrió la lesión de rodilla que nunca más pudo sanar.
El Gaucho Ávila llegó a Querétaro en 2011 pero no pudo rendir debido a la lesión de rodilla, misma de la que el Dr. Rafael Ortega comentó que había dejado al jugador no apto para jugar fútbol profesional. Tras esta noticia, el guanajuatense decidió retirarse del fútbol en enero del 2012 y continuar con su carrera universitaria.
Después de alejarse de las canchas, el Gaucho Ávila culminó la carrera de Arquitectura, misma que estudió en la Universidad Autónoma de Guadalajara. Actualmente es maestro de la misma carrera en la Universidad del Valle de Atemajac, en la ciudad de Zapopan.
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