Por Gonzalo Gonzales
El mercado invernal no ha sido tan malo para Chivas con las incorporaciones de Daniel Ríos y Víctor Guzmán, ambos jugadores vienen a Guadalajara con cierto cartel y muchas ganas de triunfar en el rebaño sagrado. Uno por ser canterano y buscar su revancha con el equipo de Paunovic y el otro a consagrarse como uno de los mejores jugadores mexicanos en Liga Mx.
Para Chivas, comprar jugadores es una desventaja y es un argumento bastante usado en cada ventana de transferencias, porque todos los equipos de primera división saben de las necesidades de Chivas sobre los jugadores mexicanos y donde a veces la cantera no llena el sitio o no tiene el tiempo para poder dar ese jugador que necesita el equipo.
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Para el equipo de Amaury Vergara aparte de luchar con el hecho de solo poder fichar jugadores mexicanos, también se topa con la inflación de los mismos al saber que hay un interés de Chivas por traerlo a Verde Valle y se le puede añadir el poder adquisitivo que tienen los clubes regios sobre el resto de la Liga Mx.
Para Guadalajara los mercados de transferencias deben de ser una mezcla entre dinero y mucha creatividad para traer a nuevos jugadores. En este caso y al ser una posición bastante competida en las últimas horas se rumora el pase de Ormeño a Tijuana que busca todavía un centro delantero o regresar a Puebla.
Al no tener mucho conocimiento del fútbol mexicano Fernando Hierro no vería con malos ojos hacer un cambio de un jugador por Ormeño, uno de los candidatos que sería interesante de ver en Chivas, sería Misael Domínguez, el habilidoso mediocampista que busca una revancha en el fútbol y llegar al rebaño sería un salto en su carrera.
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