Por Daniel Sanchez
Se jugó la gran final del Clausura 2023 en la cancha del estadio Akron y como era de esperarse la presión mediática que existió contra Chivas tras la plática de Fernando Hierro en el partido de ida desatando toda clase de comentarios negativos respecto a supuestos arreglos, pero sin ninguna clase de pruebas al respecto.
Desafortunadamente en el partido de vuelta el arbitraje terminó perjudicando a Chivas y es que cuando el Rebaño tenía contra las cuerdas al equipo felino y se avecinaba la tan anhelada decimotercera estrella tuvo que ser el árbitro César Arturo Ramos quien le dio vida la felinos.
El tema es que se marcó un penal a poco más de 20 minutos del final del partido donde André Pierre Gignac anotó el primer gol del rival en un penal donde el ex futbolista y hoy comentarista de Azteca Deportes, Luis García aseguró que la mano de Antonio Briseño había sido completamente circunstancial.
En ese sentido el propio César Arturo Ramos Palazuelos decidió dejar correr la jugada, pero fue su auxiliar quien le dijo que marcara el penal y este le hizo caso sin siquiera haber ido al VAR a revisar la jugada y a partir de ese momento despertó anímicamente el equipo de Tigres y solo unos minutos después marcaron el 2-2 que significó el empate en el partido y la posibilidad de jugar tiempos extras donde aun con la gran actuación de Miguel Jiménez cayó el tercer gol del rival.
Definitivamente el arbitraje terminó jugando en contra de Chivas pues cuando podían haberse coronado tranquilamente desde mucho tiempo antes, pero una decisión completamente rigorista acabó por perjudicar a un Rebaño que más allá del resultado jamás bajó los brazos y no dejó de luchar, pero que al final no fue suficiente para dolor de los más de 40 millones de Chivahermanos.
22/12/2024
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