Por Daniel Sanchez
Otro partido en el que el Guadalajara se ve muy bien en el terreno de juego, lograron acumular dos victorias en liga antes de irse a Canadá, y también ganarle Hamilton Forge, ahora que regresaron a competir en la Liga MX, acumularon su cuarto triunfo de manera consecutiva en las dos competencias luego deben ser en casa al cuadro fronterizo de los Bravos.
Luego de otra soberbia actuación de los pupilos de Fernando Gago que tuvieron dominado al cuadro de Ciudad Juárez, durante más de 80 minutos, al parecer haya quienes no les gusta ver jugar bien al rebaño, y sobretodo a quienes no les gusta que los rojiblancos consigan victorias, pues el arbitraje había estado muy tranquilo durante todo el partido, y fue hasta el final donde se complicó debido a decisiones polémicas del bar y del silbante.
Y es que a falta de poco menos de 15 minutos, Fernando Gago hizo ingresar al terreno del juego al canterano Leonardo Sepúlveda, quien no duró ni cinco minutos y se fue expulsado debido a una polémica decisión, luego de una jugada en la que se disputó un balón y el defensor levantó un poco más el pie de lo debido e impactó en el rostro a un jugador de los bravos, posteriormente llegó un penal que sabrá Dios de dónde se lo sacó el VAR.
Muy extraño resultó que cuando al partido no le pasaba nada, y cuando el Guadalajara lo tenía prácticamente controlado y ya se cantaba la victoria con el arco en cero, llegó la expulsión para Leonardo Sepúlveda, y poco después un penal marcado sobre Yael Padilla en el que las tomas que presentó el VAR jamás fueron contundentes para poder apreciar un contacto que fuese sancionable como pena máxima, luego de que el árbitro fuese a revisar la jugada a petición del VAR y anunciar a su decisión por el audio local del estadio, señalando que había pena máxima para la visita, Fernando Gago no pudo evitar su reacción irónica, volteo hacia un costado y se río de la decisión, dando a entender que no estaba entendiendo lo que estaban marcando, pues todos habíamos visto claramente que la jugada había sido tan accidental como la roja y que jamás había habido una intención de Yael Padilla, por golpear o por contactar al defensor de los Bravos de Juárez José Abella, menos mal que el estratega no habló de arbitraje en conferencia de prensa, porque ya sabe cómo le fue a Paunovic cuando se quejó en su momento.
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