Javier Aguirre, recién nombrado director técnico de la Selección Mexicana tras la salida de Jaime Lozano, tomó una decisión crucial que marcará el inicio de su nuevo ciclo: el Tri volverá a concentrar en México en lugar de Estados Unidos. Esta medida, que generó gran expectativa, busca no solo mejorar la cohesión del grupo, sino también recuperar el sentido de pertenencia y comodidad entre los jugadores, elementos que Aguirre considera esenciales para el éxito del equipo.
La decisión de concentrar en la capital mexicana para la primera convocatoria, prevista para los primeros días de septiembre, responde a la intención de Aguirre de crear un entorno más familiar para los futbolistas, permitiéndoles sentirse más a gusto y conectados con su país. Además, esta medida le permitirá al técnico observar de cerca a los jugadores del torneo local, quienes tendrán la oportunidad de demostrar su valía antes de los amistosos contra Nueva Zelanda y Canadá.
Entre los jugadores que podrían beneficiarse de este cambio se encuentran varios miembros del Chivas de Guadalajara, como Roberto Alvarado, Alan Mozo, Fernando Beltrán, José Castillo, Erick Gutiérrez, Gilberto Sepúlveda y Gilberto Orozco. Todos ellos podrían competir por un lugar en la primera lista de convocados del Vasco Aguirre, especialmente si logran destacar en sus respectivas posiciones en los próximos partidos de la Liga MX.
Un aspecto interesante de este nuevo ciclo es la posibilidad, aunque remota, de que Javier "Chicharito" Hernández regrese a la Selección Mexicana. La buena relación entre Aguirre y Chicharito, sumada a la necesidad de un liderazgo consolidado en el equipo, podría abrirle las puertas al delantero si logra recuperar su nivel en los próximos meses. Aunque este escenario parece lejano, no puede descartarse por completo.
La salida de Jaime Lozano fue en parte motivada por la falta de liderazgo desde el banquillo, una situación que Javier Aguirre pretende corregir desde el primer momento. La vuelta a las concentraciones en México es vista como una forma de recuperar la disciplina y el compromiso entre los jugadores, aspectos que se habían relajado bajo la dirección del anterior entrenador.
En este nuevo ciclo, Aguirre no sólo busca resultados inmediatos, sino también sentar las bases para un equipo que pueda competir al más alto nivel en el futuro. Con la Copa de Oro 2025 en el horizonte y varios amistosos en las Fechas FIFA, el Vasco Aguirre tiene la oportunidad de moldear un grupo sólido y comprometido, capaz de devolver a México a la cima del fútbol internacional.
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