Por Daniel Sanchez
Chivas se metió en la cancha de Mazatlán en busca de acumular su sexta victoria liga en las dos competencias que está disputando, los rojiblancos llegaron al Encanto tratando de acumular el cuarto partido, de manera consecutiva en Liga MX, consiguiendo sumar de tres, además de la buena racha, también llegó en un gran estado anímico y muy buena forma tras haber obtenido una seguidilla de buenos resultados.
Durante los primeros 45 minutos no hubo mayor complicación y el rebaño se fue al descanso ganando 1 por 0, a pesar de que perdió el dominio del partido y a pesar de que por algunos momentos el Mazatlán llevó el encuentro al territorio rojiblanco, sin embargo, la realidad es que a pesar de qué inclinaron la cancha no tuvieron idea, y realmente no lograron preocupar a Raúl Rangel.
Para la segunda mitad de Guadalajara se encontró con un gol un tanto fortuito luego de una gran jugada de Ricardo Marín, el rebote le quedó a Víctor el Pocho Guzmán que le mandó a guardar y con eso acumuló su quinto gol en este torneo clausura 2024, dejando ver que está muy cerca de recuperar esa versión goleadora, y ese aporte que le conocimos hace dos temporadas, para el final del encuentro las cosas de complicado Chivas y se van un absurdo empate, al final la situación se salió de control.
Una vez más el video arbitraje y el arbitro central se equivocaron en contra del rebaño sagrado, no marcando un penal clarísimo que hubiese significado tres acero y que le hubiese dado toda la tranquilidad al Guadalajara para cerrar dicho enfrentamiento, sin embargo, Adonai Escobedo decidió ni siquiera ir al VAR a revisarlo y terminó por no marcar la jugada, poco después una roja en contra de Chivas si la fue a revisar y terminó echando a Yael Padilla, ya con uno menos y completamente desmoralizados por el arbitraje, las Chivas cometieron el el error de dejarse llegar al Mazatlán, que en menos de 20 minutos empataron el partido, el gol del empate lo celebraron como un título, y al parecer eso no gustó mucho en la banca rojiblanca, pues al término del encuentro se desató un conato de bronca, luego de qué Fernando Gago se encarara con el cuerpo técnico de los mazatlecos, en los vestidores, también había algunos jugadores que se hicieron de palabras y empujones, al final terminaron separando y todo concluyó con un simple intento de bronca entre Fernando Gago y el cuerpo técnico de los morados.
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